domingo, 11 de diciembre de 2011

Presentación de la novela: "sin billete de vuelta" en Benalup-Casas Viejas





Una novela para “devolver la dignidad arrebatada a muchos casaviejeños”

10/12 · 23:08 · Trafalgar

“No es mi intención buscar revancha en lo contado. Quiero devolver la dignidad arrebatada durante muchos años a mi familia y a muchos casaviejeños. No es hora de pedir cuentas”. Con esa declaración de intenciones inició Carmen Vargas Antúnez el discurso de presentación de su novela “Sin billete de vuelta”, una biografía novelada sobre su abuelo paterno, Francisco Vargas Casas, que sufrió la represión por los Sucesos de Casas Viejas y la posterior dictadura franquista.

La obra, publicada por Bohodón Ediciones, se presentó la noche del viernes ante un nutrido público que se dio cita en la Casa de Cultura de Benalup-Casas Viejas, un acto en el que intervino la delegada municipal de Cultura, María José Estudillo Legupín, y el profesor Salustiano Gutiérrez.

Nacida en Coria del Río hace 38 años, Carmen Vargas Antunez declaró sentirse una “casaviejeña más” gracias a la memoria de su padre y de su abuelo paterno, protagonista de una novela que es fruto de una investigación realizada durante diez años.

“He intentando ceñirme lo más posible a la realidad. En ningún momento he tratado de ocultar o tergiversar la información”, aseguró la escritora, que precisó que la novela no se centra en exclusiva en la historia de su familia, sino que trasciende a las “numerosas dificultades y penalidades de muchos casaviejeños que se vieron abocados a abandonar su querido terruño”.

La novela “Sin billete de vuelta” arranca en 1954 con la salida del abuelo de Carmen Vargas, conocido como “el Tuerto Manguita”, de Benalup en dirección a Villafranco del Guadalquivir. Lo hizo después de haber pasado más de cuatro años en la cárcel, como parte de una condena que lo sentenciaba a unos 10 años de prisión menor, pero que pudo redimirla a cambio de renunciar a seguir viviendo en su pueblo.

La historia de “el Tuerto Manguita”, nacido en 1911, está marcada por su participación en los Sucesos de Casas Viejas, en enero de 1933. Pocos días después fue encarcelado. Pasó tres meses en tres cárceles y fue víctima de malos tratos. Pese a ello, nunca renunció a sus ideas anarquistas. En 1936, con el inicio de la Guerra Civil, huyó al monte por el temor a ser de nuevo encarcelado. Permaneció siete meses escondido en la sierra, como tantos otros vecinos, hasta que decidió regresar a Benalup, siendo de nuevo encarcelado y condenado a doce años y un día de cárcel, aunque sólo llegó a cumplir un tercio de la condena.

A lo largo de la novela, se narra también la historia de amor de Francisco Vargas con su mujer, las penalidades que pasa junto a sus seis hijos hasta que en 1954 se ve obligado a abandonar su pueblo, al que regresó en 1977, una vez muerto Franco. Habían pasado más de dos décadas desde que salió de Casas Viejas y la transformación del pueblo le hizo sentirse forastero, hasta al punto de que se volvió a marchar, esta vez “sin billete de vuelta”.

La escritora Carmen Vargas defendió durante la presentación el legado recibido de su abuelo. “Lejos de centrarse en su clan, mi abuelo no hizo otra cosa en su vida que luchar por un mundo más justo, más digno y mejor repartido”, para a continuación añadir que con la novela pretende “defender la única herencia que nos legó, porque no tiene precio: La de ser libres y sentirnos libres sobre la faz de la tierra”.

Recuperar la memoria histórica
La delegada municipal de Cultura, María José Estudillo Legupín, intervino en la presentación para agradecer a la escritora el estreno público de su libro en Benalup-Casas Viejas.

La concejala felicitó a la autora por “recuperar del olvido la vida de su abuelo paterno, la historia de un casaviejeño hasta ahora anónima, una vida como tantas y tantas otras, pero que es un canto a la dignidad del ser humano”.

María José Estudillo añadió que “sea bienvenida esta novela por lo que significa como pequeña contribución para recuperar la memoria histórica, un deber de justicia que lamentablemente no es asumido por un sector de nuestra sociedad”.

En este sentido, recordó que “el Ayuntamiento de Benalup-Casas Viejas ha mostrado en los últimos años, con Francisco González Cabaña como alcalde, y ahora con Amalia Romero como alcaldesa, su compromiso con la recuperación de la memoria histórica, con un énfasis especial en las consecuencias de los Sucesos de enero de 1933”, creando incluso una Fundación para difundir desde la investigación rigurosa y objetiva la realidad del contexto social en el que se produjeron y sus consecuencias posteriores.

Por su parte, el profesor Salustiano Gutiérrez, cuya colaboración en la novela fue calificada como fundamental por la escritora, calificó el libro “Sin billete de vuelta” como una “novela rica y estupenda” que hace justicia con “el Tuerto Manguita”, que en documentos oficiales era calificado como un “ratero de profesión y de muy mala conducta”, cuando la realidad fue otra muy distinta.

Según Salustiano Gutiérrez, la novela ahora publicada plantea un reto. “¿Cuántas y cuantas historias como ésta quedan por contar y que es justo y necesario contar?”, se preguntó el profesor, que a continuación enumeró una larga lista de vecinos de la época que, como Francisco Vargas, quedaron marcados por los Sucesos y la posterior represión, viéndose obligados en muchos casos a dejar Benalup-Casas Viejas. “Este es un pueblo de ida y vuelta. Mucha gente viene y mucha gente se va”, en ocasiones obligados por las circunstancias, concluyó.

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